CONFERENCIA CMD 7°EDICIÓN: Alberto Sato

Sábado 20 de octubre, 11.30 hs.

ALBERTO SATO
Alberto Sato nació en Buenos Aires. Se graduó de arquitecto tanto en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata como en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela. En esta última obtuvo su Magister Scientiarum en Historia de la Arquitectura y luego el título de Doctor en Arquitectura.
Fue Secretario Académico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata y decano de la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño de la Universidad Andrés Bello, en Santiago de Chile. 
Profesor en las Universidades Provincial de Mar del Plata, Nacional de La Plata, Central de Venezuela, Católica de Santiago de Chile y Andrés Bello de Santiago de Chile.
Dictó seminarios, charlas y cursos en las Universidades de Los Andes de Bogotá, de Puerto Rico-Río Piedras, Di Tella, de Buenos Aires, GSD-Harvard de Cambridge, La Cambre de Bruselas, Alcalá de Henares, Navarra de Pamplona y San Sebastián.
Como investigador en Teoría e Historia de la Arquitectura y el Diseño, publicó artículos y libros en diversas editoriales.


“Fronteras dispersivas”
El diseño, hijo de la modernidad, y su historia, madre de la arquitectura moderna como en algún momento señaló Tomás Maldonado, ha estado luchando por lograr su status disciplinar y definir su objeto de conocimiento, y en términos académicos, se ha dudado que el diseño sea carrera universitaria.  Quizás por tales razones, la indefinición de sus fronteras sea parte de su naturaleza. Así, creo que esta búsqueda forma parte de su propio estatus epistemológico. Si bien logró colocarse dentro de la formación de grado universitario gracias al curriculum por competencia, no quiere decir que ha resuelto su problema. En efecto, este modelo pedagógico ha privilegiado las habilidades profesionales hasta el punto que, ante la demanda docente por el incremento estudiantil, incorporar profesores cuyo perfil esté determinado por su experiencia profesional fue tarea fácil. Así, por una parte, se profesionalizó la carrera académica y por la otra, el destino de la carrera universitaria del diseñador marcado por la promesa -no se sabe de quién, o del Estado en algunos casos- que quien estudia diseño debe  necesariamente trabajar de diseñador. Frente a este pronóstico aterrador, hay que ser práctico y estudiar sólo para incorporarse al mercado laboral y así las habilidades fueron el propósito del aprendizaje en las universidades. 
Mientras tanto, en las actuales condiciones del desarrollo económico, cultural y social, repensar la formación y la identidad disciplinar, ante la necesidad de afirmar el campo del diseño, ya varias veces amenazado de disolución (el diseño es todo, el diseño virtual, design thinking, etc) por la atractiva premisa del quiebre de fronteras y "el campo expandido", cuando éste -el diseño- todavía no fue marcado con nitidez, y sólo a partir del cual es posible trasponer.





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